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Pseudofilosofía

El placer de la ignorancia

Ignorance is bliss. La ignorancia es dicha, es placentera. Pensar por cuenta propia cuesta tanto trabajo que muchas veces lo fácil domina sobre lo real.

Hoy en día las cosas son tan sencillas… solo necesitas «googlear» y cientos, no, miles de respuestas aparecerán en el buscador. Si esto es cierto… ¿por qué nadie investiga nada?

El comportamiento de la generación millenial (término acuñado por dos cabrones, William Strauss y Neil Howe), es el de no investigar, quedarse con lo que leen en redes sociales y alimentar sus emociones echando pedo cuando alguien no concuerda con ellos.

Esto hace que haya una clara polarización con respecto a cualquier postura, esto inclusive sin antes investigar si se está teniendo alguna razón. Es la pérdida del sentido común (si es que alguna vez hubo uno).

Causa placer encabronarse, tener opiniones contrarias, mentar madres, llamarse liberal, conservador, machista, feminista, fakeminista o luchador social. ¡Carajo! ¡Tengo que encajar en algún lado! Es un grito desesperado por cumplir la pirámide de Maslow.

Causa placer ser ignorante porque es más fácil tomarse el propio «kool aid» a aceptar que posiblemente uno la anda cagando o que la puede cagar. Nadie quiere cagarla porque a nadie le gusta aprender de la vida, porque muchas veces la vida enseña a golpes. ¿A quién le gusta que lo golpeen?

Además es sumamente más fácil dejarse dirigir que pensar por cuenta propia. Por eso todo movimiento, el que quieras, pasa por la aprobación del PODER.

El PODER

Si el PODER no está de acuerdo, el movimiento no camina. Generalmente eso es porque hay alguna estrategia implantada para logar algo. Posiblemente sea el control del pensamiento, la activación económica, la represión, la vulgarización, venderte mierda que no necesitas. Todo dependiendo de lo que convenga en ese momento. En alguna otra entrada hablaré del PODER, aunque te lleguen a dar pesadillas.

Pero el punto es este: el PODER necesita que haya una masa a la que le cause placer el ser ignorante. Que se deje llevar por lo que las tendencias marcan. Que se queje de todo y no haga nada. Que haga ruido, pero que sea de una minoría. Hoy en día vivimos en una época de minorías. La minoría que haga más ruido es la que gana, aunque no tenga impacto en una transformación social de fondo… a menos que al PODER le convenga.

¿Cuál es el punto de todo esto? La facilidad. Para unos es fácil dejarse llevar y dejar a un lado el sentido común. Para otros es fácil dirigir a la masa que se deja llevar. Cuestión de lo fácil. Cuestión de comodidad. Cuestión de placer.

Lo único que puede hacer uno es observar la barbarie. Servirse una copa, fumar un cigarro y ver como todo el mundo se destruye.

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